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Goya

Historia

Cuna del Surubí y Capital del Tabaco, en el aire de Goya se mezclan los olores del río y el aroma de las hojas secándose lentamente y a la sombra. Su trazado respeta las normas españolas de emplazamiento de ciudades: la actividad gira en torno a la plaza principal, frente a la Iglesia y los edificios públicos en las cercanías.
A 220 km aproximadamente de la capital provincial, emplazada a orillas del Paraná, sobre el riacho Goya, en antaño permitía el amarre de embarcaciones, aunque no poseía barrancas ni puntos sobresalientes. No posee balnearios por falta de arenas naturales, aunque existe una intensa actividad de pesca deportiva.
Los goyanos se enorgullecen de su ciudad, también llamada “la Petit París” como reflejo de otras épocas en que la ciudad recibía artistas famosos en el Teatro Elsa, hoy Teatro Municipal.

La ciudad no tuvo una fecha de fundación, sino el reconocimiento , en 1772, con el nombre de Goya. En 1774 se la oficializó como posta del camino a Buenos Aires.

El nombre deriva de los antiguos propietarios, el portugués Bernardo Olivera y su esposa, la correntina Gregoria (Goya ) Morales, quienes instalaron sobre las margenes del río un almacén – pulpería, famosos por sus quesos criollos. El sitio se reconocía por su sobrenombre “Puerto de Goya”.

En 1806 se construyó la capilla y se la dedicó a Nuestra Señora del Rosario, cuya imagen, según la tradición, fue traída al lugar por Doña Goya.

Recién en 1812 se delinearon las calles. De esa época datan descripciones del lugar contenidas en las crónicas de viajeros como D´Orbigny  y los hermanos Parish Robertson, quienes permanecieron en Goya durante 9 meses.

Fue declarada villa en 1825 y se estructuró como puerto de embarque y de llegada de carretas. En 1832 se expropiaron terrenos para venderlos como loteo urbano y durante las fiestas patronales, el 7 de Octubre de 1852, se la elevó a rango de ciudad.

Las inundaciones de 1878, 1905 y 1941 pusieron en evidencia las dificultades de un sitio que carecía de defensas contra el río, circunstancias que no menguaron el crecimiento de la ciudad. El puerto de buques quedó anulado por falta de calado suficiente.